La importancia de los fitorreguladores del crecimiento
Los fitorreguladores son productos naturales, normalmente se trata de hormonas vegetales (fitohormonas), que se utilizan como reguladores del crecimiento de las plantas, lo cual se consigue mediante la estimulación o paralización, según convenga, de las raíces y las partes aéreas.
El uso de fitorreguladores es cada vez más habitual en la agricultura ecológica u orgánica, convirtiéndose en una técnica de cultivo cuyo objetivo principal es mejorar los procesos fisiológicos de las plantas, lo que redunda en una mejora de la producción y de la calidad de las cosechas.
Principales características de los fitorreguladores
Aunque, como veremos en el siguiente punto, existen diferentes tipos de fitorreguladores, todos ellos tienen un serie de características comunes que les permiten cumplir su misión de regular y optimizar el crecimiento de las plantas:
- Se trata de pequeñas moléculas químicas que se encuentran en muy bajas concentraciones en las propias plantas, afectando a su desarrollo y crecimiento.
- Dichas moléculas son sintetizadas por las propias plantas.
- Tienen la capacidad de regular los procesos fisiológicos de las plantas, pudiendo desplazarse desde el punto o centro donde se producen a los lugares donde desarrollan sus funciones.
- En las acción o efecto de un regulador entran en juego diversos factores, como la capacidad del tejido de la planta para asimilarlo a través de receptores específicos o las distintas formas de difusión o transmisión. Por ejemplo, el etileno es un tipo de fitohormona gaseosa que es capaz de desplazarse por el aire y atravesar las membranas y paredes celulares de las plantas.
Quizás te interese: Etileno en frutas: claves para reducir las pérdidas postcosecha
Tipos de fitorreguladores
Como hemos visto, los fitorreguladores son hormonas vegetales que se forman en diversos tejidos u órganos naturales y que viajan en pequeñas cantidades por la savia, cumpliendo una función común: regular el crecimiento de la planta. No obstante, aunque el objetivo es el mismo, la clase de estímulo y el funcionamiento del proceso fisiológico de regulación es distinto según se trate de un tipo u otro de fitorregulador: en ocasiones el crecimiento se acelera y otras se retarda.
Estos son los 5 tipos de fitorreguladores existentes:
Auxinas
El efecto de las auxinas, cuyo tipo principal es el ácido indol acético (AIA), es estimular el alargamiento celular o favorecer su depresión, según convenga, para regular óptimamente el crecimiento de la planta.
Giberelinas
Existen muchos tipos de giberelinas (GA), las cuales se sintetizan básicamente en las hojas jóvenes y en las semillas. Estas hormonas son compuestos isoprenoides procedentes del ácido mevalónico y actúan sobre el ácido ribonucleico (ARN) deprimiendo genes.
Citoquininas
Las citoquininas, también conocidas como citocininas, se sintetizan principalmente en las raíces y tiene un efecto en las yemas coronarias de la alfalfa a través de un movimiento acrópeto desde la zona radicular. Sintetiza también en los meristemas aéreos y en las hojas jóvenes. Las citoquininas activan directamente el proceso de división celular y pueden interactuar con las auxinas.
Etileno
El etileno es la única hormona en estado gaseoso que existe en las plantas, las cuales sintetizan etileno a partir de la metionina. Su principal efecto es promover la maduración de los frutos, incluyendo el paso de almidones y azúcares. Cuando interactúa con otras hormonas provoca, especialmente en los estadios de senescencia, la caída de flores, hojas y frutos.
Abscisina
La principal abscisina es el ABA que se sintetiza a partir del ácido mevalónico. El funcionamiento del ABA es el siguiente: bloquea la síntesis del ARN inhibiendo la producción de enzimas inducidas por las giberelinas.
Lectura recomendada: Nutrientes para plantas fundamentales para su óptimo desarrollo
Deccogreen, el fitorregulador de Decco
Deccogreen es un fitorregulador de Decco que se utiliza principalmente para evitar el ennegrecimiento y la caída del cáliz en naranjas, limones y mandarinas almacenadas durante el proceso de desverdización y de confección comercial. Otra de las ventajas de este producto es que contribuye a disminuir la incidencia de podredumbre y la deshidratación de la fruta almacenada.
La dosis máxima de uso de este producto es de 2 tabletas por cada 100 L de caldo por cada 7-10 toneladas de fruta y su aplicación se realiza mediante drencher (ducha) o drencher de doble cabina, 1 bar, 100% cobertura y duchas de 33 segundos.
Para conseguir la máxima eficacia con este producto es muy importante aplicarlo cuando la fruta ya se encuentra en un estado avanzado de maduración, lo cual es fácil de detectar porque se produce un notable aumento de la intensidad del color de la fruta.
En la aplicación de este producto se deben tener en cuenta una serie de precauciones como: no aplicar el producto más de una vez sobre la misma fruta, respetar el plazo de seguridad de 3 días y no combinarlo con potasio ni otros productos sin consultarlo con el personal técnico especializado.