Aspectos de la precosecha que pueden afectar a la calidad de las frutas
Mantener los cultivos en perfecto estado y que estos garanticen un óptimo desarrollo de la producción agrícola es necesario para gozar de una buena cosecha y que esta se mantenga en buen estado durante un periodo de tiempo mayor. En este artículo veremos la importancia de la precosecha de los distintos cultivos para posteriormente disfrutar de un óptima postcosecha.
¿Por qué es importante la precosecha para obtener buenos cultivos?
En la producción hortofrutícola la calidad es un factor determinante, ya que unos buenos tratamientos durante el periodo de cultivo garantizarán buenas frutas y verduras y, por lo tanto, que estas lleguen en perfecto estado hasta los consumidores.
La calidad de las frutas depende en gran medida del cultivo y del correcto desarrollo de la planta. Es decir, todos los aspectos que dan forma y sabor a la fruta y que determinan su calidad vienen impuestos desde la fase de precosecha de las mismas. Los diferentes procesos aplicados a posteriori nos permitirán mantener su óptima conservación.
Por eso, es fundamental conocer los distintos aspectos que pueden afectar a la precosecha y, por consiguiente, a la postcosecha.
¿Qué factores de la precosecha son determinantes en el mantenimiento postcosecha de las frutas?
Es preciso tener en cuenta todos los aspectos de la precosecha que efectivamente inciden sobre el resultado final de las frutas. En este sentido, podemos hablar de factores extrínsecos, intrínsecos, ambientales, genéticos y fisiológicos.
Factores extrínsecos
Los factores extrínsecos son aquellos externos al propio material vegetal pero que en contexto inciden sobre el producto, como son los factores ambientales y las prácticas de cultivo. Cuando hablamos de factores ambientales nos estamos refiriendo a todos aquellos relacionados con el ambiente en el que se cosecha la fruta, como la temperatura, la humedad, la climatología y el nivel de radiación solar.
Por otro lado, las prácticas de cultivo también tienen peso en la calidad. Con esto nos referimos al riego y el patrón que se sigue, la nutrición mineral de los cultivos y la poda, así como los tratamientos hormonales o el ataque de insectos y microorganismos a los cultivos.
Factores intrínsecos
Los factores intrínsecos son aquellos que se refieren a las propias características de las frutas y se diferencian entre genéticos (que engloban la especie, la variedad de fruta y sus particulares pautas de maduración, y si son productos climatéricos o no climatéricos) y entre el estado de madurez, es decir, el momento que exigen para su recolección.
Factores ambientales
Los factores ambientales ejercen una fuerte influencia sobre la calidad y el valor nutricional de las frutas. Estos factores son la cantidad e intensidad de luz, las temperaturas a las que están expuestos los cultivos, o el contenido de CO2 en el ambiente, entre otros muchos.
Uno de los factores más importantes son las temperaturas en precosecha. Se deben evitar las temperaturas muy elevadas, ya que ejercen daños directos sobre las membranas celulares y sobre los ácidos nucleicos, y de forma indirecta pueden inhibir la pigmentación en algunas ocasiones.
Factores genéticos
El genoma es el responsable del desarrollo de la planta y su interrelación con las condiciones medioambientales y el medio externo. Este se aprecia de muy diversa forma durante la vida de las plantas y parece ser que solo se necesita un 10% del mismo, de modo que sólo una parte de este factor determinará la calidad del fruto y durante un corto periodo de tiempo.
Es preciso considerar que la variedad genética de un mismo cultivo es amplia. De ahí la importancia de la selección varietal, pues la calidad de fruto depende de su potencial genético, de las condiciones ambientales y de cultivo agrícola.
Factores fisiológicos
En este caso es preciso apuntar que el estado de madurez del propio fruto es esencial en su composición química y, por ende, en su calidad. Precisamente durante la maduración es cuando se producen diferentes procesos bioquímicos y estructurales, siendo todos ellos importantes en la constitución del fruto y que este alcance unas óptimas características para el consumo humano.
La fase de maduración es diferente para los frutos climatéricos y no climatéricos, pues sus procesos de senescencia y envejecimiento son distintos.
Soluciones para la precosecha de Decco Ibérica
En Decco, como experto en postcosecha, somos consciente de la incidencia que tiene una buena precosecha para que el producto llegue en buen estado hasta el final, por eso también tenemos soluciones en campo:
Se trata de un fertilizante foliar a base de zinc que se aplica a las plantas para garantizar el aporte de zinc necesario que activa las enzimas, las cuales son responsables de las síntesis de determinadas proteínas. Se puede utilizar en cultivos de frutas de pepita y hueso, cítricos, hortícolas, olivo y vid.
Este producto protege específicamente los cultivos de la radiación pero también de los parásitos y hongos. En muchas ocasiones las altas temperaturas paralizan la actividad biológica de los cultivos y la insolación puede ser causante de quemaduras irreversibles en los frutos. Se emplea para cultivos de peras, olivos, cítricos, viña y frutos tropicales.
Ahora que ya conoces los aspectos más comunes que pueden afectar a los cultivos en precosecha sabrás que emplear estos productos te garantizará no solo una buena calidad de tus productos, sino también un óptimo desarrollo de tus cultivos.